23 noviembre 2006

Hoy es un gran día…

- Por fin dormí 8 horas seguidas
- Mi vecino del segundo me dijo buenos días (después de 1 año currándomelo esto es algo histórico)
- Me puse medias y tacón y pinté mis labios de rojo
- Tres hombres enchaquetados se volvieron en redondo al verme pasar
- Mi compañera de trabajo me pidió un abrazo
- Mi madre sonríe por teléfono
- Queda sólo una hora para salir del curro
- Esta noche quedo con Sarita y beberemos como piojos…podría seguir con la lista pero...hasta aquí ya es un gran día.

17 noviembre 2006

Si Perry Mason levantara la cabeza….

Si Perry Mason levantara la cabeza estaría orgulloso de su ‘pequeña saltamontes’. Así me sentí el otro día atravesando con paso firme la Delegación de Hacienda hacia la salida.

Todo empezó unos 15 días antes, un viernes noche en el que acababa de llegar a casa para pasar el fin de semana. Como siempre antes de subir me paré a abrir el buzón: facturas, publicidad de pizzerías, catálogo de cocinas…y allí estaba, un maldito papel amarillo de correos anunciando que pasara a recoger una notificación de hacienda. Subí las escaleras de casa agobiada, sin aliento (esto último porque vivo en un 4 sin ascensor y venía cargada con la maleta). A la mañana siguiente salía de la oficina de correos con un nudo en la garganta y con una imagen fija en mi retina: Error en la devoluciónA pagar 230€. Puede que no sea una cantidad exorbitante pero cuando perteneces al club de los ‘mileuristas’ pagas más de la mitad de alquiler, viajas todas las semanas a tu ciudad de origen, tu factura de móvil es impúdica (la nostalgia es mu mala señores) y encima cuando haces la declaración y te sale a devolver unos 150€ que para que vamos a negarlos ya llevaban mucho tiempo gastados aunque todavía no habían sido cobrados, pues eso, que tuve que darme dos vueltas a la manzana intentando no hacer un puchero que a mi eso de llorar en público me da cierto pudor, intentando que mi voz sonara lo más normal posible cuando le pidiera el kilo papas y el cuarto mitá de tomates coloraitos a Guillermo, mi frutero.
Cual Ave Fénix resurgí y leyendo atentamente la notificación, me propuse pelear que si bien Hacienda somos todos ¡siempre salimos escaldaos los mismos desgraciados coño!
De eso hace unos 15 días, en ese intervalo de tiempo, pedí cita para hablar con un técnico, saqué los art. de la Ley y el Reglamento que me señalaban en la notificación y en los que se basaban para revisarme mi declaración y me dispuse a pelear…
Cuarenta minutos duró mi cita con la técnico de Hacienda, saqué mi notificación y también los art. en cuestión y uno a uno se los fui refutando…está mal que yo lo diga porque no hubo testigos de mi gesta y podría exagerar (de hecho lo hago) pero en vista de los resultados creo que se puede hacer un poco de vista gorda al respecto…
Como decía 40 minutos después salía exultante de la oficina de Hacienda, no sólo no tenía que pagar sino que me devolvían mis ya gastados 150€. Daba igual que llevara vaqueros gastados y una camiseta a rayas, que en vez de tacón llevara unas manoletinas y una carpeta de mil colores en lugar de maletín, con mi carita lavada y brillo de labios por toda pintura de guerra, salí pisando fuerte cual ejecutiva agresiva de la oficina de Hacienda y no faltó ni la banda sonora (siempre hay música en mis mejores y peores momentos) pues en mi cabeza sonaba bien fuerte ‘simple the best’ de Tina.

¡Ay! si Perry levantara la cabeza….

07 noviembre 2006

Quisiera ser una Mujer-Objeto

Desde pequeñita hubo momentos decisivos en los que quise ser una mujer (niña-adolescente) objeto. Mujer-objeto…Sí, suena bien…un objeto. Ser por ejemplo uno de esos objetos electrónicos a los que se les puede dar a un botón o quitar el enchufe y desconectar. Hoy es uno de esos días, en los que me encantaría tener detrás de mi cabecita un botón y darle al Off.
No puedo con el trabajo, no puedo con mi familia, no puedo con las responsabilidades, no puedo con la distancia, no puedo con la incertidumbre y lo peor…no puedo conmigo, si pudiera haría las maletas y me abandonaría, porque hoy es uno de esos días en los que no me soporto.
No soporto sentirme superada, bloqueada y cansada, no soporto perder mi optimismo y mi capacidad de reírme del mundo y de mí misma, no soporto sentirme asustada y triste.
Me encantaría ser una Mujer-Objeto y ‘apagarme’ una temporada, después buscar unas pilas alcalinas nuevas o un buen cambio de corriente y enchufarme de nuevo.

06 noviembre 2006

El otoño desde mi ventana


















Suena Una balada de Otoño de Joan Manuel Serrat...